La historia de café helado remonta al siglo XIX, pero fue popularizado en los años 1920s en el mercado estadounidense. Ahora cada país tiene sus propias variantes y mezclas favoritas. Con o sin leche, sirope o azúcar, tenemos muchas opciones para la creatividad. Y en su esencia está un buen café recién molido. ¡Para disfrutar a lo grande!